David Jiménez: «Con el confinamiento, las especies costeras se han vuelto menos cautas»

Pillar a David Jiménez Alvarado en tierra firme es todo un logro. Para conseguir esta entrevista hemos tenido que competir con su actual investigación: los angelotes. Bueno, angelotes, tiburones y demás fauna que pueblan nuestra costa, ya que sus investigaciones sobre las especies lo llevan a recorrer la costa de las islas marcando y haciendo seguimiento de estos animales.

Pero cuando Jiménez nos recibe en una de las salas de la Facultad de Ciencias del Mar de la ULPGC, despliega todo su conocimiento y está más que encantado de responder a nuestras preguntas. Pero rápido, «que hoy entra el primer grupo de prácticas de los alumnos de primero». No en vano, es Doctor en Ciencias del Mar e investigador postdoctoral en la ULPGC, además de miembro de la Sociedad Atlántica de Oceanógrafos y vocal en el GAC Gran Canaria.

Cuando le preguntamos por la costa de Gran Canaria, reconoce que es muy bonita, que vivimos en un entorno privilegiado, pero que ha sufrido mucho deterioro, sobre todo en la conservación de las especies. Y de eso sabe mucho, porque en sus investigaciones, trabaja con tiburones y rayas, los marca y hace seguimiento de la ecología y la biología de estos animales.

«Son especies en peligro crítico de extinción», comenta Jiménez. «Canarias en un sitio donde se sienten muy cómodos, ya que no hay pesca de arrastre». Por eso los estudian, para intentar extrapolar estas condiciones a otras zonas, como la del Mediterráneo, para evitar su extinción.

Para el Doctor en Ciencias del Mar, «la costa de Gran Canaria necesita de control». Considera que se realizan muchas actividades en ella y que es necesario conocer más datos. «Por ejemplo, sabemos cuántas licencias hay, pero no cuándo se va a pescar, cuántos van, qué pescan, qué usan… Tener ese conocimiento global es lo que nos va a permitir en un futuro manejar los stocks de forma adecuada», afirma.

Imposible no hablar de cómo ha afectado a la costa los meses de confinamiento por la COVID-19 y Jiménez lo tiene claro: «la costa ha sido la mayor beneficiada porque ha dejado de tener actividad». De todas formar reconoece que para las personas que trabajan en la costa, «este confinamiento ha supuesto un parón que ha afectado a nuestros estudios e investigaciones». En general, no ha notado mejoría, sólo que los animales se han vuelto menos cautos.

La entrevista con Jiménez concluye con la definición de la Sociedad Atlántica de Oceanógrafos, que nace para agrupar y dar apoyo a los profesionales de las Ciencias del Mar.