Cuqui Marrero: «Da mucha rabia ir a un restaurante y que no haya producto pesquero local»

Cuqui Marrero Escudero, bióloga y Técnico de Pesca del Cabildo de Gran Canaria, nos recibe en su despacho de la Granja Agrícola Experimental para contarnos su visión de la costa grancanaria y los proyectos en los que anda metida últimamente.

Lo primero en lo que no podemos evitar fijarnos es en que transmite mucha energía, energía de la buena. Su buen talante aflora en sus respuestas, incluso cuando habla de aquellas zonas de la Isla que no están tan bien como a ella le gustaría. «La zona del sur está muy hecha polvo, la pobre», nos dice.

Cuando le preguntamos por su papel en la costa de Gran Canaria, responde sin dudarlo que, a nivel personal, tiene una vinculación increíble, «como todos los canarios». En la parte profesional destaca su papel como investigadora en el pasado y actualmente con temas de desarrollo.

«Meterle mano al sur y al sureste no parece muy sencillo, pero por algo habrá que empezar», dice Marrero cuando le preguntamos por las acciones para mejorar la costa. Diversificación del turismo, trabajar en energías renovables y en la calidad de las aguas, son algunas de las acciones que emprendería en este aspecto.

Preguntarle por los proyectos en los que ha trabajado implica sacarle una sonrisa. Son muchos en los que ha trabajado y a los que le tiene especial apego. Para empezar, los relacionados con el sector pesquero, como la puesta en marcha de la primera venta o las cuotas del atún rojo, entre otros.

Se muestra muy vehemente cuando habla de la parte de producto: «hay que poner en el mapa el producto pesquero de Gran Canaria. Da mucha rabia ir a un restaurante y que no haya producto local», afirma.

También destaca la divulgación, sobre todo con los más pequeños. «Tenemos que pensar qué niños le estamos dejando al planeta», comenta Marrero.

Por último, cuando le preguntamos por los proyectos que destacaría en el sector pesquero, habla de dos principalmente: el desarrollo de pesca-turismo y la investigación para que la normativa se adecúe a la forma real de pescar para mantener el acervo cultural, mientras se cuida la sostenibilidad. En ambos siguen trabajando, pero ya empiezan a ver los primeros frutos y estamos convencidos de que eso le motiva.