(10-06-2014)
Gabriel Jiménez Cruz, conocido por todos como Vielo, lleva más de 40 años dedicado de lleno a su pasión. Sin ser hijo de pescadores (aunque su abuelo era vendedor de pescado), su afición por este mundo le surgió desde muy niño y empezó a aprender el oficio siendo todavía un adolescente.
Con tan sólo 17 años ya dirigía la Cofradía de Pescadores de Agaete y con 20 compró su primer barco, “Macarena”, creando su propia empresa junto a su hermano y su primo. Desde entonces, vive por y para la pesca dedicándose a ello no sólo como forma de vida, sino implicándose en la problemática del sector pesquero canario y en su defensa de forma muy activa.
Hoy por hoy, Vielo es presidente del Grupo de Acción Costera de Gran Canaria (GAC), Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Agaete, Presidente de la Federación Provincial de Pesca de Las Palmas, Miembro del Comité Ejecutivo de la Permanente de la Federación Nacional de Cofradía de Pescadores y Consejero en puertos canarios, tanto del Consejo Asesor como del Consejo de Administración, entre otros cargos.
¿Por qué cree que es importante la labor que realizan los grupos de acción costera?
El GAC es una herramienta fundamental para que nuestra zona costera prospere y se desarrolle. El pescador está demasiado metido en su labor diaria y aunque cuenta con todo el apoyo de las Cofradías para atender y solucionar muchas de sus necesidades y problemas, necesita también de una figura que sea capaz de aglutinar iniciativas que potencien la dinamización del sector, fomenten de nuevo la pesca y que sepa orientar y dirigir a la hora de llevarlas a cabo.
Además, es necesario dar una oportunidad a todos los agentes implicados, tanto a pescadores como a aquellas personas ajenas a este sector pero cercanas a él (ayuntamientos, Cabildos o empresas vinculadas con el turismo, la restauración o el ocio, entre otros), para que puedan presentar y llevar a cabo proyectos bajo la directriz del sector pesquero y por un objetivo común, el beneficio de las zonas ribereñas.
Se trata en definitiva de conseguir que en un futuro haya un desarrollo sostenible del sector pesquero tanto en mar como en tierra.
¿Cuáles son los principales problemas a los que enfrenta el sector pesquero canario en la actualidad?
Los principales problemas con los que nos encontramos se basan sobre todo en una cuestión de mentalidad antigua y más bien cerrada.
Durante los últimos 15 años, hemos ido consiguiendo que la gente más joven vaya cambiando esa forma de pensar y haya ido modernizando e incorporando el uso de nuevas tecnologías, así como la búsqueda de nuevas vías de comercialización.
Pero aún falta mucho por hacer y todavía hay muchas personas que trabajan dentro del sector, que no son pescadores pero que se han ido agregado con los años y que no luchan por los intereses comunes, sólo miran por su beneficio propio.
El sector está formado por personas que salen al mar todos los días y que cuando hay problemas en tierra, necesitan que sean las Cofradías quienes actúen y den la cara por ellos. Hay patrones mayores que apenas colaboran, no asisten a las reuniones y que cuando llegan los problemas, entonces vienen a exigir. Estos estropean y entorpecen la labor de otros patrones que sí quieren trabajar y hacen una buena labor por sus pescadores.
¿Cuál es el talón de Aquiles de la pesca en Canarias de cara al exterior?
La sensación que tengo después de muchos años es que es vital dar una buena imagen, para que sepan que estamos ahí y se nos escuche. Muchas veces, cuando hablamos del sector pesquero, pensamos que Canarias lo es todo y no es así, hay más problemas que resolver hoy en día desde Madrid, que desde aquí.
Es necesario que nuestros políticos y representantes estén en esas negociaciones para defender los intereses canarios, pero la realidad es que durante los últimos 20/25 años ha habido muy poca voluntad política por luchar por ello. Por otra parte, cuando la ha habido, no han contado con la opinión y el asesoramiento de los pescadores que son los que realmente conocen la problemática del sector y cómo se pesca en Canarias.
El caso del atún rojo es un buen ejemplo. Cuando se negoció el reparto del 2006, no se defendieron bien los intereses canarios porque no habían datos históricos, así que la cuota concedida para Canarias fue mínima. Esos datos sí que existían pero los representantes políticos y del sector que estuvieron en las negociaciones no supieron defenderlo y ahora estamos padeciendo todo este problema como si Madrid se hubiera olvidado de Canarias, cuando no es así. Y esta situación es extensible a muchos de los problemas que tenemos actualmente.
Lo positivo es que durante los últimos 5 años y desde la Federación Provincial de Las Palmas, hemos dado un vuelco importante a esta situación. Además, en este sentido está prevista la creación de una Federación Regional de Cofradías Canarias con el objetivo de unir acciones y reivindicaciones en una sola voz. Esto puede ser muy positivo ya que muchas de las problemáticas que se planteen, podrán canalizarse y traducirse en proyectos para gestionar y resolver desde el GAC.