Volvemos a Castillo del Romeral, en el sureste de Gran Canaria, para esta entrevista. En esta ocasión nos encontramos con una persona que rompe estereotipos, Jéssica Santana Álamo, armadora y patrona de la embarcación ‘Macarena’, una de las pocas mujeres en el mundo de la pesca con esta profesión.
El viento nos recibe, como es habitual en esta zona, y nos da una pista de lo duro que es este trabajo de la pesca profesional. Pero ella nos recibe, como dice el dicho, contra viento y marea, y nos responde amablemente a todas las preguntas que Montse Gimeno, gerente del Grupo de Acción Costera de Gran Canaria, trae preparadas para la ocasión.
Arrancamos con lo inevitable, cómo es que decide dedicarse a esta profesión, si su familia no viene de tradición pesquera. Pero su marido sí y desde que lo conoció, hace 25 años, empezaron los dos a pescar con su suegro. La experiencia les gustó y hace cuatro años que decidieron comprar una embarcación y dedicarse a la pesca profesional. Además, la saga continúa, ya que su hijo está estudiando también para dedicarse a este sector.
Continuamos preguntándole por lo duro del trabajo que realiza y Santana nos explica cómo es un día normal. La jornada comienza a las 3 o 4 de la mañana, para llevar el pescado temprano a la lonja. Si hay buen tiempo, la cosa va sobre ruedas, pero con mal tiempo, la faena se complica un poco. Si hablamos de nasas, hay días que salen a lanzarlas al mar y otros días a levarlas, pudiendo llegar a sacar 30 o 40 nasas en un día. La media semanal en su caso, saliendo dos días a la semana a faenar puede estar entre 300 o 400 kilos de pescado de amplia variedad.
Hablamos de la rentabilidad del negocio y en este caso, Santana comenta que cada vez va un poco peor. Los problemas a los que se enfrentan son que cada vez hay menos pescado, la pesca furtiva, el incremento de los gastos como el gasoil o el hierro para hacer las nasas, entre otros. A eso se le suma que la economía está complicada y que el consumidor no podría asumir una subida en el precio de venta del pescado. Eso hace que, según la armadora, ahora mismo no le salga rentable el negocio.
Cuando preguntamos si animaría a los y las jóvenes a meterse en el mundo de la pesca, Santana lo tiene claro: «sí, pero para empezar, deberían facilitar ‘desde arriba’ la entrada a este mundo laboral». Habla de su propia experiencia en los comienzos y reconoce lo dificil que resultó; tardó mucho en sacar todos los títulos que son necesarios, porque no sacaban plazas. Hoy anima a su hijo a seguir estudiando, porque reconoce que es un trabajo que le apasiona. «Deberían informar también en los colegios de que este trabajo existe y es muy bonito», afirma.
Nos vamos de Castillo del Romeral cargadas de energía positiva, con este mensaje de ánimo de Jéssica Santana Álamo y con la ilusión de ver que el mundo de la pesca profesional se abre cada vez más a las mujeres.
No te pierdas la entrevista completa en el siguiente vídeo: