Las conversaciones costeras del mes de abril nos llevan a la Zona Especial Canaria (ZEC) para conversar con Sebastián Hernández, director adjunto del Centro Tecnológico de Ciencias Marinas (CETECIMA). Acercarnos a esta parte de la isla ya constituye una aventura en sí misma, dado que no es muy frecuentada y bastante desconocida para la población. Pero llegar y encontrarnos con el paisaje costero de La Esfinge, hace que el viaje merezca más la pena, si cabe.
Ya dentro de las oficinas de CETECIMA, nos acoge nuestro entrevistado, profesional con una notable trayectoria en ciencias del mar y economía azul, dispuesto a compartir su visión y experiencia sobre uno de los problemas ambientales más preocupantes: las basuras marinas. Nuestra gerente, Montserrat Gimeno, es la encargada de llevar a cabo la entrevista.
Gimeno establece el contexto de la conversación con el escalofriante dato de los 7 millones de toneladas de residuos que se vierten en el mar al año, según la ONU. Conviene en la magnitud del problema, un tema a menudo eclipsado por otras preocupaciones ambientales como la contaminación atmosférica y el cambio climático.
Para enfrentar este desafío, se ha puesto en marcha el proyecto Oceanlit, una iniciativa INTERREG MAC de cooperación interterritorial entre Azores, Madeira, Cabo Verde y Canarias, en el que participa CETECIMA de forma activa. Hernández explica los tres objetivos principales:
- Generación de conocimiento: Caracterizar y entender las tipologías de basuras marinas que afectan a los archipiélagos.
- Mejora en la gestión de residuos: Desarrollar soluciones para la recolección y tratamiento de residuos que llegan a las costas.
- Comunicación y sensibilización: Aumentar la conciencia pública y prevenir la llegada de residuos al mar.
Ante la pregunta sobre los estudios y resultados del proyecto, Hernández explica que a través de Oceanlit, se han caracterizado las basuras marinas siguiendo la metodología del Convenio OSPAR, que clasifica residuos en 100 categorías. Los resultados muestran que, en Canarias, las colillas y los plásticos predominan, con estos últimos representando el 70-80% de los residuos.
Para mejorar la gestión de residuos, Hernández destaca que se han implementado facilidades de recepción en puertos y barcos pesqueros, creando un sistema más eficiente para la recolección y tratamiento de basura. Además, se han llevado a cabo numerosas campañas de limpieza y concienciación en todas las regiones participantes del proyecto, recogiendo unas 72 toneladas de basura en cuatro años.
Uno de los aspectos clave del proyecto ha sido la sensibilización, especialmente entre el público general y los escolares. El objetivo es cambiar hábitos de consumo y gestión de residuos, enfocándose en la prevención de plásticos de un solo uso y residuos higiénicos.
Hernández anticipa una segunda fase del proyecto, que se enfocará más en la economía circular. Se buscarán maneras de reutilizar, reciclar y valorizar los residuos marinos, ampliando el consorcio a nuevas regiones como Ghana y Santo Tomé y Príncipe. Este enfoque permitirá no solo caracterizar las basuras, sino también encontrar soluciones sostenibles para su tratamiento y reciclaje.
En resumen, la entrevista con Sebastián Hernández resalta la importancia y urgencia de abordar el problema de las basuras marinas desde múltiples frentes. Con proyectos como Oceanlit, se están dando pasos significativos hacia un futuro más limpio y sostenible para los archipiélagos y el medio ambiente marino en general.
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